Por ejemplo, un domingo.
Cuando no existan sospechosos de mis manos rockeras, mi boca te hará la mejor fiesta de cumpleaños. Y la furia de mi pelo encajará ese día en la eternidad. Mis recuerdos serán los más ciertos, como si de pronto se volvieran a vivir, con los mismos cristales, con idéntica música. Tú, tan tú. Una excusa de mi yo mas presente. Unos ojos morados, violetas, con ese cristal que no es diferente. Serás ese día la intuición de mi panza, de mi vientre, oh clemente, oh piadosa. La jamás dulce María Ese día, otro día... por ejemplo un domingo puedes volver a quererme. Ese día u otro día, cualquiera. Sin neblina, sin nieve. Sin tu yo tan grande y sin mi mí tan mío. Puede ser en mayo, o un poco antes... Como en abril, Cuando enero no persiga y marzo suceda. Cuando miremos fotos con ojos de siempre, el día de tu cumpleaños, o del mío. Que viene siendo lo mismo. Cuando mi hibris persiga el poder de mis años.