Física...
Terminar ejerciendo ninguna de las anteriores , por azar o por destino, eso no tiene importancia; a fin de cuentas no sé nada de física – piensa Damien mientras camina a paso apurado. También recuerda las veces que a creído en la suerte y las veces que creyó en el destino. Damien mira el reloj de pulsera y no logra ver la hora, sigue acelerando el paso. ¿Y la hora? ¿Para qué sirve? – cruza una esquina, de esquina a esquina sin medir peligro; el tráfico es intenso, nadie puede ir rápido. Si me llegara a agarrar un auto solo me daría un empujoncito, de todas formas eso no va a pasar. Ya estoy en la acera de enfrente. ¿De física? No sé nada. Entra, como siempre, por las pequeñas rejas azules del costado de la puerta por donde entran los clientes y va de frente a su ordenador, PC viejísima, que demora 14 minutos en iniciar. Te dejé chamba en el cajón izquierdo, le grita a menos de un metro de distancia, don Genaro. Damien revisa el cajón; son dos discos duros que hay que intentar que salv