Dar todo
Volver a empezar, siempre. Volver a lograrlo, a diario. Quererlo todo. Hacerlo todo. Darlo todo. Por cinco minutos, por veinticuatro horas. Por este instante. Completamente implicado, implicada. En cada gesto. En cada respiración. Nunca, jamás y para siempre, con todo lo que hay y con todo lo que falta. Desde este pequeño dedo, hasta este último pelo que se está por caer. En absoluto. Completamente. Nada que pensar. Todo por hacer. Ordenar como un rey y trabajar como un esclavo. Y tu cabeza llegará a la almohada.