Mentiras, son todas mentiras...

Someto a consideración a quien se cruze con este blog a hacer una pequeña prueba, es fácil y hasta puede ser divertido.

Cuenten cada una de las mentiras que hacen, los que nunca mienten, pueden empezar ya a anotar su primera mentira.

Empecemos mañana. Desde temprano. Todo cuenta, todo vale. Hay que estar atento y anotar en un papelito un puntito, o un palito, o un aspita. Todo en chiquito. Tratemos de comportarnos normalmente y adelante.
Podemos empezar la prueba por… 7 días para el verdadero investigador y 3 para el resto.

Los que ya han hecho esta prueba, pueden repetirla.

Sabrán que esto está más que investigado. Pero ¡vamos! No perdemos nada. Solo averiguaremos más sobre nosotros mismos y tal vez seremos más tolerantes con los demás.

Todo será tomado en cuenta. Las más pequeñas son las importantes.
No contestar el móvil y luego decir que no escuchaste, que estaba en modo de silencio, que simplemente nunca viste la llamada. Lo mismo para correos electrónicos que no te dan las ganas de contestar y mientes diciendo que llegaron al spam (borradores) y que nunca lo viste. Poner en el MSN estado de ausente cuando en realidad estas ahí, también cuenta. Hilemos fino, muy fino.

Todo debe ser anotado en nuestro papelito.

Decir que ya saliste de casa para la reunión, cuando estas saliendo de la ducha o en la puerta del ascensor, cuenta también. Por muy tonta, blanca, inocente o chica que sea la mentira, tendremos que anotarla, para que este sea un estudio serio.

Comentar que te encanta la comida, cuando en realidad no te gusta, o te parece algo común y corriente, o te parece “normal”; aceptalo, comentaste eso, solo para quedar bien, o para tener algo que decir.

Obvio, exagerar también es mentir.

Contar que había 100 personas donde solo fueron 40, eso por ejemplo, es mentir exagerando. Solo por el gusto de hacerlo y/o por costumbre.

Cuando te pregunten si fulano te cae bien, y tu digas que sí. Cuando la verdad es que no soportas su presencia, o simplemente te es indiferente, o peor aún, no sabes de quién te hablan.

Omitir también es mentir… (Omitir las 4 galletas de chocolate que te comiste, la cerveza a la hora de almuerzo, el queso antes de dormir, las gaseosas entre comidas, que en el grupo de anoche estuvo tu ex, etc).Pero eso lo dejaremos en la conciencia de cada uno y si no te da la gana, no lo pongas en el papelito. Aunque si decidimos no anotar las omisiones caemos en una mentira a nosotros mismos, que es la peor según lo que yo creo.

La mentira a uno mismo es la que más cuesta, la más dura de aceptar, la que peor nos hace cuando la descubrimos.

De eso nos podemos encargar otro día. Cada uno puede ( si se descubre mintiendose a si mismo)si quiere, terminando los 7 días de investigación, encargarse de arreglar esa situación.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Un domingo.

Por ejemplo, un domingo.

Para qué escribir hoy día?